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El Violador en serie de Las Carreras

En el año 2009, la ciudad de Santiago se vio sacudida por ataques perpetrados por quien denominamos a la sazón “El Violador en serie de Las Carreras”. Este individuo cometía actos sexuales violentos contra sus víctimas captándolas en la avenida Las Carreras aprovechando la escasez de transporte público durante la noche. Como fiscal de la Unidad de Atención a la Violencia de Género en Santiago, me vi enfrentada a la tarea de desentrañar la identidad y poner fin a los crímenes de este violador en serie.

Las víctimas, cuyas vidas fueron salvadas gracias a un acto de la providencia, compartieron sus testimonios en un proceso penal llevado a cabo con el objetivo de arrojar luz sobre los atroces hechos que se describirán a continuación. En un acto de profundo respeto por su privacidad y dignidad humana, hemos decidido omitir los nombres de estas valientes mujeres.

Las víctimas eran seleccionadas por el agresor en base a sus características

Todas las víctimas fueron seleccionadas meticulosamente por su agresor, presentando una serie de similitudes sorprendentes. En su mayoría, eran mujeres jóvenes de entre 19 y 21 años, delgadas, de piel trigueña, todas ellas estudiantes universitarias. Estos crímenes aberrantes tenían un patrón en común: las víctimas fueron abordadas en la avenida Las Carreras de la ciudad de Santiago. Más allá de los traumas sufridos, cada una de ellas también experimentó la pérdida de objetos personales, los cuales se convertían en una especie de trofeo para el agresor. Esta característica distintiva, junto con otras, sugiere la presencia de un violador en serie.

Las primeras denuncias del caso del Violador en serie de Las Carreras

El Violador en serie de Las Carreras


En mi trabajo como fiscal investigadora, recibí la primera denuncia de una joven que explicó cómo fue abordada en la avenida Las Carreras mientras esperaba un vehículo de transporte público. Un taxista que conducía un carro Toyota dorado se le acercó y la llevó a un lugar oscuro en la avenida Hispanoamericana en la ciudad de Santiago, donde la violó repetidamente, incluso sometiéndola a actos de tortura y barbarie al introducir por su vagina el palo de una mandarria. Esta denuncia dio inicio a una investigación que se convirtió en una lucha incansable por la justicia.

Durante la investigación del caso del violador en serie de las carreras, la primera denuncia proporcionó una identificación limitada del agresor. Se siguieron los protocolos correspondientes, realizando evaluaciones sexológicas, psicológicas y físicas de la víctima, además de una entrevista detallada. Sin embargo, al no contar con información suficiente sobre el violador, se compartió una copia de la denuncia con el departamento de investigaciones criminales, quienes intentaron identificar el vehículo descrito en la denuncia en los primeros días, pero sin éxito.


La segunda denuncia y las coincidencias se presentan como temas de interés.


Pocos días después, una segunda víctima se presentó con una denuncia similar. Esta vez, un taxista en un Camry de características idénticas al vehículo descrito anteriormente la abordó en la avenida Las Carreras y la llevó a un lugar desolado donde sufrió violaciones múltiples y agresiones. La víctima también mencionó el uso de un objeto similar, en este caso, el palo de una mandarina. Estas coincidencias nos hicieron sospechar que estábamos frente a un violador en serie.

Aparece una tercera víctima del violador en serie de la avenida Las Carreras

Después de recibir la segunda denuncia, un patrón comenzó a emerger cuando una tercera víctima se presentó ante la Unidad de Atención a la Violencia de Generó con un relato angustiante indicando ser víctima de agresión sexual. Al igual que las anteriores, esta víctima se captó en la misma avenida Las Carreras. El agresor se identificó como “Henry” y conducía un vehículo tipo Camry de color dorado. Un detalle clave fue la calcomanía en el guarda lodo trasero izquierdo, que mostraba la insignia de TRD. Sorprendentemente, las denunciantes anteriores también habían hecho referencia a esta misma calcomanía, consolidando aún más la evidencia de que se trataba del mismo agresor en serie.

Para detectar un caso serial es necesario prestar atención y fomentar la comunicación dentro del equipo de investigación

Es sorprendente que, por puro azar, estas denuncias hayan llegado durante mi turno. Esta coincidencia de eventos ha permitido identificar al agresor como un violador en serie. Sin embargo, esta situación plantea una reflexión importante: si estas denuncias hubieran sido asignadas a otros fiscales de forma intercalada, habría sido mucho más difícil identificar el patrón detectado en estos casos. Por lo tanto, recomiendo enfáticamente que en las unidades de atención a la violencia de género, los equipos de fiscales compartan sus casos y experiencias, con el objetivo de identificar patrones similares y así brindar una respuesta más eficiente y efectiva en la lucha contra agresores en serie como este.


Acopio de pruebas recogidas en la etapa de investigación criminal y análisis pericial

Se recopilaron todas las denuncias y se llevaron a cabo entrevistas testimoniales, peritajes psicológicos, sexológicos y físicos que confirmaron las agresiones sexuales denunciadas por las víctimas. En colaboración con la policía científica y la segunda víctima, se elaboró un retrato hablado del agresor que arrojó un perfil físico del mismo, corroborado por la primera y tercera víctima denunciante.

Interceptación telefónica, una diligencia de investigación esencial para descubrir al violador en serie de las carreras

Dentro de los objetos sustraídos por el violador en serie de Las Carrera, destaca el hecho de que los teléfonos móviles de las víctimas eran uno de sus blancos recurrentes. Las declaraciones de las afectadas resaltaron este detalle esencial, lo que llevó a solicitar los números de teléfono correspondientes como parte integral de las investigaciones. En ese sentido, se iniciaron las gestiones con las compañías telefónicas para obtener información vital, incluyendo datos de abonados, rastreos telefónicos y autorizaciones para la interceptación de los mencionados teléfonos sustraídos. Estos datos desempeñarán un papel esencial en la búsqueda y captura del agresor, proporcionando pistas significativas para avanzar en esta investigación.

Un chip telefónico insertado en el celular de una de las víctimas, se convirtió en la pista esencial para capturar al violador en serie

Tras varios días de investigación, aunque habíamos recopilado todas las evidencias certificantes relacionadas con los incidentes sufridos por las víctimas, aún teníamos información escasa sobre el agresor, limitándonos a un retrato hablado proporcionado por la segunda denunciante. Sin embargo, una mañana inesperada, uno de los teléfonos interceptados registró una conexión sorprendente. En cuestión de segundos, un chip insertado en el dispositivo, permitió rastrear los datos del abonado y obtener la dirección de una joven mujer. Esta dirección llevó a un apartamento del sector Multis de Pekín, en la ciudad de Santiago, un hallazgo contundente que marcó un punto de luz en la investigación.

Se encontraron datos relevantes en el allanamiento a la dirección vinculada con el chip ingresado al teléfono de una de las victimas


Tras obtener los datos abonados del chip ingresado en el teléfonos de una de las víctimas, se emitió una orden de arresto contra una mujer. Ademas se solicitó un allanamiento en el apartamento ubicado en los multifamiliares de Pekín en la ciudad de Santiago. Durante el allanamiento, se hizo un descubrimiento impactante: una fotografía de un hombre que se parecía sorprendentemente al retrato hablado del agresor. Aunque la vivienda estaba vacía en ese momento, se contactó a una vecina para que presenciara el allanamiento. Además de la fotografía que sugería una conexión con el violador en serie, se encontraron varios objetos, como pulseras y aretes reportados robados por las víctimas.

Durante la requisa, se encontraron dos mandarrias en la cocina que coincidían con los objetos utilizados en los actos de violación y barbarie. También se incautaron varios teléfonos móviles. La vecina que presenció el allanamiento indicó que la persona contra la que se ejecutaba la orden trabajaba en un supermercado en el sector Embrujo Primero de la ciudad de Santiago. Siguiendo esta pista, procedimos a ir al supermercado y, tras contactar al supervisor, se encontró a la mujer buscada. Minutos después, un vehículo que coincidía con la descripción proporcionada por las víctimas se presentó en el lugar, un Toyota Camry dorado con la insignia de TRD. Como resultado, la mujer se arrestó, el vehículo y su conductor también se detuvo para los interrogatorios correspondientes como parte de la investigación en curso.

La mujer arrestada resultó ser la esposa del violador en serie de Las Carreras.

La investigación arrojó que la mujer arrestada en el supermercado era la esposa del violador en serie. Al ser interrogada, declaró que los objetos y teléfonos encontrados en la casa, entre los cuales se encontraba teléfono que ella le introdujo su chip, les fueron presentados por su esposo como pertenecientes a clientes de su servicio de taxis, quienes los dejaban abandonados. Además, afirmó no tener ni la menor sospecha ni creencia de que su esposo estuviera involucrado en los actos de violación investigados, por considerarlo muy caballeroso y gentil en su trato.

Las víctimas identificaron al violador en serie de Las Carreras a través de una rueda de detenidos.

En cumplimiento de nuestra responsabilidad como fiscal a cargo del caso, llevamos a cabo una serie de diligencias necesarias para descubrir la verdad. Se registro vehículo ocupado al esposo de la mujer, quien se perfilaba como el principal sospechoso en el caso. Dado que era el conductor del vehículo señalado por cada una de las víctimas. En el registro del vehículo se halló una tercera mandarria y otros objetos que posteriormente identificados como pertenecientes a las víctimas mediante reconocimiento de objetos. Además, se hallaron varios sobres de gelatina Alejo, que las víctimas habían mencionado como utilizados por el agresor para suavizar la mandarria.

Posteriormente, llevamos a cabo una rueda de detenidos, donde cada una de las víctimas identificó al conductor del vehículo como el agresor o violador. Nuestras actuaciones de investigación incluyeron retrato hablado, rueda de detenido, registros de vehículos y moradas, interceptaciones telefónicas. Ademas pruebas periciales a las víctimas, como evaluaciones psicológicas, sexuales y físicas, así como una serie de interrogatorios y entrevistas. Estas diligencias de investigación proporcionaron evidencias que, de manera sólida y coherente, señalan de forma irrefutable a Carlos Miguel Patiño como el agresor.

La investigación identificó una cuarta víctima que opto por no participar en el proceso de penal

Durante el registro del vehículo del sospechoso realizado por el Primer Teniente Wilton Bobadilla Villamán, se realizó un importante hallazgo en el baúl: una cartera de mujer. Dentro de la cartera, se encontró una cédula que pertenecía a una joven mujer con características similares a las de las tres víctimas denunciantes. Después de rastrear su ubicación, se localizó en el sector de Bella Vista, Santiago, mientras se encontraba trabajando en una banca de apuestas. Al abordar el tema con ella, reveló haber sido víctima de una violación sexual. Sin embargo, también informó que el día del ataque, regresó a su hogar maltratada y violada, ocultando los hechos por vergüenza. Además, expresó su deseo de no participar como víctima en el proceso penal, decisión que respetamos plenamente.

Las pruebas y el juicio justo donde se condeno al violador de Las Carreras

Una vez identificado el violador en serie y emitida la orden de arresto, el proceso penal contra él se puso en marcha. El Ministerio Público presentó una acusación sólida basada en pruebas irrefutables que incluían evidencia material, pericial y testimonial recopilada durante la fase de investigación. Esta abrumadora cantidad de pruebas llevó a la destrucción de la presunción de inocencia del imputado. Finalmente, el Segundo Tribunal Colegiado de Santiago, presidido por el magistrado Osvaldo Castillo, acogió las pruebas presentadas por el Ministerio Público, lo que resultó en la condena del imputado Carlos Miguel Patiño a una pena de 30 años de prisión. La sentencia se confirmó en la Suprema Corte de Justicia adquiriendo autoridad de cosa juzgada irrevocablemente.


6 Comentarios

  • Evelin Lora rosario

    Excelente trabajo investigativo, podrá la justicia Dominicana llegar a tener un departamento investigativo de ciencias criminal. Puesto que después de leer este documental se mostró la importancia de la investigación del fiscal en las pruebas aportadas y el interés obtener más pruebas para identificar al agresor

  • Francisco Rodríguez

    Buena narrativa, hilada y articulada finamente. Se nota una finura en la investigacion y un delicado manejo de las pruebas procesadas por un articulafo y bien dirigido equipo multidisciplinario, que confrontaron estas con los hechos. Dando el resultado narrado. Felicito a la Magistrada Aura Luz Garcia por tan relevante caso y por ponerlo a Luz con simples y llanas palabras que sean de comprensión colectiva, y una demostración de cómo se debe hacer una buena investigacion, a pesar de las limitaciones de herramientas con las que contamos en el Ministerio Público de Rep. Dominicana.

  • Sandra Manzueta

    Excelente trabajo amiga , me emociono y aplaudo con ahínco este tipo de labor social en defensa de tan indignante noticia, aplaudo de pies tú arduo y valioso trabajo , ciertamente es una satisfacción leer el resultado y el gran final que tuvo esa triste historia de la vida real .
    Gracias 🙏 Deseo siga escalando cada día más en tu carrera. 👍🏼

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