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Perfil Victimológico de la violencia de Género en La Vega


Resumen


Las mujeres están siendo víctimas de violencia en el marco de su interacción social en la
que sufren una situación de desigualdad, sobre todo en el marco de su relación conyugal. En
respuesta a ello, el presente estudio pretende abordar el problema desde un enfoque
victimológico en el que la mujer afectada sea el referente de análisis a partir de sus
características, y con ello determinar un perfil que permita predecir a una potencial víctima
de violencia de género.
Para ello se recopilaron las denuncias, entrevistas testificales y peritajes psicológicos
tomadas a las víctimas. Se analizaron solo los casos que presentan violencia física verificable
con certificados médicos forenses y secuelas psicológicas. Luego se procedió a la
segmentación de los datos más relevantes para identificar factores comunes. Una vez
identificados, se analizaron y se conformó una taxonomía general, dando como resultado la
aproximación al perfil victimológico de la violencia de género en la provincia de La Vega.
Palabras Clave: Perfil, víctima de género, victimología, violencia de género, violencia
contra la mujer.


Abstract


Women are being victims of violence within the framework of their social interaction in
which they suffer a situation of inequality, especially within the framework of their marital
relationship. In response to this, the present study aims to address the problem from a
victimological approach in which the affected woman is the reference for analysis based on
her characteristics, and thereby determine a profile that allows predicting a potential victim
of gender violence.
For this, the complaints, testimonial interviews and psychological expert reports taken
from the victims were collected. Only cases that present verifiable physical violence with
forensic medical certificates and psychological sequelae were analyzed. Then, the most
relevant data was segmented to identify common factors. Once identified, they were analyzed
and a general taxonomy was formed, resulting in an approximation to the victimological
profile of gender violence in the province of La Vega.
Keywords: Profile, gender victim, victimology, gender violence, violence against
women.


Introducción.


La violencia contra la mujer es un problema que afecta todo el mundo, y nuestro país no
es la excepción. En la legislación dominicana se define como toda acción o conducta basada
en su género, que provoca daño o sufrimiento de naturaleza física, psicológica o sexual a la
mujer, mediante el uso de la fuerza física, verbal, psicológica, persecución o intimidación

(Congreso Nacional RD, 1997). El hecho de que sea en pleno siglo XXI que se esté
abordando el tema con una perspectiva de solución, es el mayor reflejo de lo grave que es;
pues implica dos ineludibles posibilidades: en el mejor de los casos, que el problema ha sido
invisible durante todo el desarrollo de la civilización humana; o en el peor de los casos, que
el problema, aun siendo visible, a nadie le importó lo suficiente.
Independientemente de si el problema ha sido invisible o infravalorado, existe una
realidad inmutable, y es que ese problema está presente. Las mujeres están siendo víctimas
de violencia en el marco de su interacción social en la que sufren una situación de
desigualdad, sobre todo en el marco de una relación conyugal u otros tipos de relaciones
afectivas (ONE, 2021).
Es por ello, y por un despertar en la conciencia social que el presente tema de investigación
reviste una vital y especial importancia. Sobre la base de esa relevancia, es que decenas de
países que integran la comunidad internacional han alineado sus esfuerzos para combatir y
erradicar este flagelo, tal como lo hiciera la Organización de Estados Americanos (OEA) a
través de la Convención Interamericana Para Prevenir, Sancionar Y Erradicar La Violencia
Contra La Mujer “Convención De Belém Do Pará” (OEA, 1994). Se han dispuesto
normativas especiales a nivel nacional que promueva la igualdad, al tiempo que se han
elaborado políticas que permitan deconstruir y desincentivar las prácticas, conductas, e
incluso culturas que promuevan formas de violencia contra la mujer, o la promoción de la
cultura machista; por ejemplo: La creación de la Secretaría de Estado de la Mujer (Congreso
Nacional RD, 1999). E incluso, en términos jurídicos se ha llegado a recurrir a la última ratio:
el derecho penal, modificando la legislación penal para sancionar conductas violentas y
brindar una nueva vía de acceso a la justicia para las mujeres que sufren tal situación
(Congreso Nacional RD, 1997) y creando refugios especializados que garanticen su
seguridad (Congreso Nacional RD, 2003).

Sin embargo, todos esos esfuerzos políticos y jurídicos implementados durante los últimos
años, no parecen haber surtido efecto alguno. Debido a las cifras negras y la invisibilización
del problema, y desde que iniciaron las mediciones estadísticas a primera impresión el
aumento del fenómeno de la violencia parece ser directamente proporcional a la cantidad de
esfuerzos y medidas que se realizan para evitarlo (Participación Ciudadana, 2019).
El tema propuesto pretende abordar el problema bajo un enfoque victimológico donde la
víctima sea el centro, se pueda analizar sus características y determinar un perfil que permita
identificar a tiempo la potencialidad de convertirse en víctima. Y que también permita lograr
los cambios sociales que hagan factible el abordaje de la fenomenología de la violencia, para
prevenir en un plano social e incluso personal los factores victimógenos.
En este contexto un perfilado criminológico es definido como el “proceso de predicción
de características de un delincuente basado en su conducta durante la comisión de uno o más
crímenes” (Canter, 1995, como se citó en Sotoca et al., 2019). Extrapolando este concepto al
marco victimológico la construcción de un perfil victimológico o el perfilado victimológico
es el proceso por el cual se construye un modelo de predicción basado en las características
de las víctimas mediante el cual se determine el riesgo de convertirse en víctima y de forma
indirecta incluso permite conocer al agresor (Velasco de la Fuente, 2015).
Siendo así, se define el perfil victimológico como un conjunto de características presentes
en las víctimas y que la hacen más proclive a convertirse en víctima (Rodríguez Manzanera,
2008). Para Machado, Arias, Chuqui, Ramírez y Sucozhañay (2021) este perfil —a diferencia
del perfil criminal— engloba una serie de características que van más allá del
comportamiento para incluir condición de salud, hábitos, tipo de personalidad, marco
socioeconómico y cualquier elemento de su historia personal que aumente su probabilidad
de victimización. Eso se ve reflejado en el estudio publicado por el Ministerio de Interior del
Gobierno de España en donde analizaron la edad de la víctima, la nacionalidad, relación de
la víctima con el agresor, estado civil, lugar de origen, lugar de ocurrencia del hecho, entre
otros factores (López, J. et al., 2021), como elementos relevantes del perfil de la víctima.
Frente a este conjunto tan diverso de factores es que Rodríguez Manzanera (2008) los
agrupa de acuerdo a diversas categorías y los denomina como factores victimógenos;
taxonomías que operan en función de la naturaleza ontológica que distinguen los factores
biológicos, psicológicos y sociales; en una perspectiva causalista como predisponentes,
preparantes y desencadenantes; o como endógenos o exógenos; o inclusive partiendo de la
influencia del factor en el agresor factores victimo-impelentes y victimo-repelentes.
Por ello esta investigación abordará el análisis fijando los siguientes objetivos generales
y específicos, a saber:


Objetivo general


● Identificar los factores que integran el perfil victimológico de las mujeres afectadas
por la violencia de género.


Objetivos Específicos


● Analizar las declaraciones testificales y evaluaciones psicológicas de víctimas
denunciantes de violencia de género en la provincia de La Vega.
● Realizar la descripción de la víctima de violencia de género en República
Dominicana.


Metodología


El tipo de estudio que se realizará será empírico, puesto que toda la información analizada
será extraída de elementos primarios verificables. De igual manera se utilizarán los métodos
analíticos y descriptivos para desarrollar los factores nodales de la investigación.


Fuentes de información


Como estrategia de búsqueda, se recompilaron las denuncias, entrevistas testificales,
peritajes psicológicos y otro tipo de declaraciones tomadas directamente a la víctima
denunciante en el marco investigativo del proceso penal, ante la Unidad de Atención a la
Violencia de Género de la Fiscalía de La Vega.
La muestra analizada corresponde a 51 expedientes tomados al azar de una población de
700 expedientes de casos judicializados a los cuales el ministerio público les había presentado
acusación, utilizando la fórmula de Fisher y Navarro.


Criterios de selección (inclusión/exclusión) de casos


Para garantizar una mayor precisión de la información y reducir las probabilidades de que
el margen de error propio de los procesos penales afecte el presente estudio, se incluirán
exclusivamente los casos que presenten una manifestación de violencia física verificable con
certificados médicos forenses y que simultáneamente presentan secuelas psicológicas. No
serán parte del objeto de estudio las manifestaciones que únicamente se circunscribe a la
violencia verbal y violencia psicológica, debido a la carencia de estudios concluyentes que
permitan verificar la presencia de daños psicológicos u otros hechos que estén previamente
supeditados a una comprobación jurídica.
Se incluirán los casos donde la violencia tenga la manifestación jurídica propia de la
violencia de pareja. Excluyendo episodios de violencia provocados por terceros que no
guardan relación familiar ni afectiva, o cuyos episodios de violencia se hayan manifestado
en un contexto distinto o por motivos específicos que manifiestamente tengan una causa en
que el género no haya jugado un papel desencadenante.

Todos los casos serán seleccionados de la Unidad de Atención Integral a Víctimas de
Violencia de Género, Intrafamiliar y Delitos Sexuales de la Fiscalía de La Vega, que
proporcionen los datos en el período correspondiente a los años 2020-2021.


Procedimiento


Se requerirán las fuentes de información a la Unidad de Atención a la Violencia de Género
de la Fiscalía de La Vega, y luego de una rápida determinación cuantitativa general se
procederá a realizar la segmentación de los datos mediante los filtros del programa
informático Excel, luego se procederá a realizar un preanálisis cualitativo donde se apliquen
los criterios de selección de casos para fines de inclusión y exclusión, y una vez filtrado
determinar la cuantía general de la muestra.
Una vez determinada cuantitativamente la muestra, se procederá al análisis cualitativo con
el fin de identificar el objeto principal de esta investigación señalando los factores
específicos.
Para lograr esto, la presente investigación realizará un análisis exhaustivo de las
declaraciones de las víctimas denunciantes que se han presentado ante la Unidad de Atención
a la Violencia de Género de la Fiscalía de La Vega en los años 2020-2021. El tipo de
declaraciones que van desde la misma acta de denuncia, hasta entrevistas testificales, e
incluso declaraciones en los informes periciales psicológicos. De todos estos instrumentos
procesales, se podrá obtener una visión integral de las condiciones particulares de cada sujeto.
Condiciones que van desde la vulnerabilidad económica, hasta su integración familiar.
Una vez identificadas las condiciones particulares de cada sujeto pasivo, dichas
condiciones serán analizadas como factores que de acuerdo a su nivel de importancia y al
área de estudio que permita una mayor comprensión del mismo, integrarán una taxonomía
general que facilite su estudio individual. Es decir, se clasificará el factor para estudiarlo con
la disciplina que pueda explicarlo en su justa dimensión, y estimar el nivel de influencia con
que tal variable influye en el fenómeno de la violencia.
Un último análisis permitirá identificar la frecuencia del factor en toda la población
estudiada. Es decir, mediante un método comparativo determinar cuáles factores están
presentes en cada víctima estudiada, y partiendo de esa frecuencia construir un perfil
victimológico común.

Algunos de los tipos de factores que se analizarán, corresponden a variables de
identificación propia de las víctimas como la edad, estado civil, nivel de estudios, situación
laboral, apoyo familiar, factores de vulnerabilidad, vinculo de la víctima con el agresor,
relación de la edad y la situación laboral, determinación de riesgo de acuerdo a su edad y su
lugar de origen; y otras variables propias del hecho y la dinámica relacional como lugar de
ocurrencia de la agresión, parte del cuerpo que fue agredida, reacción de la víctima ante la
violencia, duración de la incapacidad médica, existencias de amenazas previas a la agresión,
amenazas durante la agresión, y la hora más frecuente en que ocurre la violencia.
Algunos de estos factores ya tienen un desarrollo normativo específico, tal es el caso de
los factores de vulnerabilidad que se desglosan en la Convención de Belem Do Para (1994)
como la propensión a la violencia por su etnia, raza, condición de refugiada o migrante,
minoría de edad, discapacidad, ancianidad, embarazo, entre otras.
Otro factor que es necesario destacar es el tipo de relación, en el marco del estado civil,
ya que propiamente el matrimonio define a la mujer casada y la soltería a la ausencia de
matrimonio. Sin embargo, es necesario señalar que existe la unión libre o concubinato, una
unión de hecho en la Constitución Dominicana (2015) como «La unión singular y estable
entre un hombre y una mujer, libres de impedimento matrimonial, que forman un hogar de
hecho»
Del mismo modo es oportuno señalar que la determinación de riesgo, es un procedimiento
técnico psicológico, que permite al profesional de la psicología estimar la probabilidad de
aparición de una conducta violenta, al analizar condicionantes que haya vivido o que esté
viviendo la persona evaluada (Pueyo, 2017).


Resultados


Nacionalidad de las víctimas
Tabla 1
Nacionalidad Cantidad (n) Porcentaje (%)
Dominicana 48 94.12
Haitiana 3 5.88
Total (N) 51 100.00
Las víctimas de violencia de género en la provincia de La Vega analizadas en el presente
estudio resultaron ser en su mayoría de nacionalidad dominicana en una proporción de 94.12
% (n=48; N=51) frente a un 5.88% (n=3; N=51) de víctimas extranjeras, cuya nacionalidad
resultó ser haitiana.
Estatus migratorio de las extranjeras haitianas
Tabla 2

Estatus Cantidad (n) Porcentaje (%)
Regular 0 0.00
Irregular y/o Indocumentado 3 100.00
Total (N) 3 100.00
Las víctimas extranjeras en un 100% (n=3; N=3) poseen un estatus migratorio irregular
y/o indocumentadas.

Edad de las víctimas
Tabla 3

Edad Cantidad (n) Porcentaje (%)
-18 4 7.84
19 – 25 11 21.57
26 – 30 16 31.37
31 – 35 9 17.65
36 + 11 21.57
Total (N) 51 100.00
Respecto a la edad de las víctimas, se hizo una separación por rango etario, clasificándolas
en menores, adultas de 19 a 25 años, de 26 a 30 años, de 31 a 35 años y de 36 en adelante.
Se encontró que 31.37 % (n=16; N=51) de las mujeres entre las edades 26 a 30 años son las
edades más comunes, seguidas por el 21.57 % (n=11; N=51) de las mujeres entre las edades
de 19 a 25 años, en igual porcentaje se encontraron las víctimas de 36 años en adelante,
mientras que las víctimas adolescentes menores de 18 fueron agredidas en 7.84% (n=11;
N=51).
Estado Civil
Tabla 4

Estado Civil Cantidad (n) Porcentaje (%)
Casada 2 3.92
Unión Libre 26 50.98
Soltera 23 45.10
Total (N) 51 100.00
Al analizar las víctimas de violencia de género en cuanto al Estado civil, se encontró que
las mujeres unidas en pareja por unión libre son las más frecuentes, encontrando un 50.98%
(n=26; N=51) en cuanto a las víctimas solteras se encontró una mínima diferencia para un
total de 45.10% (n=23; N=51) en contraposición con las mujeres víctimas casadas se
encontró una proporción de un 3.92% (n=2; N=51).
Nivel educativo
Tabla 5

Nivel Cantidad (n) Porcentaje (%)
Sin Estudios 1 1.96
Primario 14 27.45
Secundario 27 52.94
Universitario 8 15.69
No Especificado 1 1.96
Total 51 100.00
Al examinar el nivel educativo o académico de las víctimas de violencia de género, se
identificó que el 52.94% (n=27; N=51) sólo había realizado estudios secundarios, mientras
que las víctimas que habían alcanzado un nivel universitario habían sido maltratadas en un
15.69% (n=8; N=51), el 1.96% (n=1; N=51) no tenían estudios, y sobre el 1.96% (n=1; N=51)
no se encontró información en la documentación analizada.
Situación laboral de las víctimas
Tabla 6

¿Trabaja? Cantidad (n) Porcentaje (%)
Sí 19 37.25
No 32 62.75
Total (N) 51 100.00
El 37.25% (n=19; N=51) de las víctimas trabaja, mientras que el 62.75% (n=32; N=51)
no realiza ninguna actividad laboral.

Edad por situación laboral de las víctimas
Tabla 7

Edad
Trabaja No Trabaja Total
Cant. (n) Porc. (%) Cant. (n) Porc. (%) Cant. (N) Porc. (%)
-18 0 0.00 4 100.00 4 7.84
19 – 25 5 45.45 6 54.55 11 21.57
26 – 30 6 37.50 10 62.50 16 31.37
31 – 35 2 22.22 7 77.78 9 17.65
36 + 6 54.55 5 45.45 11 21.57
Total (N) 19 37.25 32 62.75 51 100.00
De la muestra analizada, se pudo observar que el 100% (n=4; N=4) de las víctimas
agredidas menores de 18 años de edad no realizaban ninguna actividad laboral. Mientras que,
en el rango etario entre 19 y 25 años, el 45.45% (n=5; N=11) desempeña labores en
contraposición a un 54.55% (n=6; N=11) que no realiza actividad económica.
Del mismo modo se pudo determinar que las víctimas comprendidas entre 26-30 años,
además de ser el rango etario más afectado por la violencia, muestra una diferencia de un
37.50% (n=6; N=16) de mujeres que trabajan, en relación al 62.50% (n=10; N=16) que no
desempeña actividad laboral.
Tal diferencia se marca aún más en las víctimas comprendidas entre los 31 – 35 años,
donde el grupo que realiza actividad económica es de apenas un 22.22% (n=2; N=9) mientras,
por otro lado, el 77.78% (n=7; N=9) se encuentra sin realizar una actividad laboral.
Por otro lado, tal desequilibrio se estabiliza en las mujeres de 36 años en adelante, donde
una ligera mayoría correspondiente al 54.55% (n=6; N=11) realiza una actividad laboral, y
solo el 45.45% (n=5; N=11) se encuentra sin empleo.
Situación de apoyo familiar
Tabla 8

¿Tiene apoyo? Cantidad (n) Porcentaje (%)
Sí 29 56.86
No 10 19.61
No Especificado 12 23.53
Total (N) 51 100.00
Al ponderar los resultados respecto de la situación de apoyo familiar de la víctima de
violencia de género, se determinó que un 56.86% (n=29; N=51) de ellas contaba con un
apoyo familiar, en contraposición al 19.61% (n=10; N=51) que no contaba con ningún tipo
de apoyo familiar, mientras que para el 23.53% (n=12; N=51) no fue especificada la situación
en las documentaciones analizadas.
Presencia de Hijos
Tabla 9

¿Tiene hijos? Cantidad (n) Porcentaje (%)
Sí 35 68.63
No 11 21.57
No Especificado 5 9.80
Total (N) 51 100.00
Del estudio realizado, se determinó que un 68.63% (n=35; N=51) de las mujeres que
sufrieron violencia tenían hijos menores de edad, en contraposición al 21.57% (n=11;
N=51) de las que manifestaron no tener hijos, y en un 9.80% (n=5; N=51) no se especificó
si la víctima tenía hijos o no.
Factores de condiciones de vulnerabilidad de las víctimas
Tabla 10

Factor Cantidad (n) Porcentaje (%)
Minoría de Edad 3 30.00
Migrante 3 30.00
Embarazo 2 20.00
Lactante 1 10.00
Embarazo y Minoría de Edad 1 10.00
Total (N) 10 100.00
Una vez identificadas las condiciones de vulnerabilidad de las víctimas, tal como lo ha
proscrito de la Convención Interamericana Para Prevenir, Sancionar Y Erradicar La
Violencia Contra La Mujer “Convención De Belém Do Pará” (OEA, 1994). Se realizó una
taxonomía que permitió distinguir la presencia de factores de vulnerabilidad preexistentes en
las víctimas, tales como minoría de edad 30% (n=3; N=10), condición de migrantes en un
30% (n=3; N=10), embarazo 20% (n=2; N=10), lactancia 10% (n=1; N=10), embarazos y
minoría de edad concomitantemente un 10% (n=1; N=10).
Presencia de condiciones de vulnerabilidad
Tabla 11

¿Vulnerabilidad? Cantidad (n) Porcentaje (%)
Sí 10 19.61
No especificado 41 80.39
Total 51 100.00
Se detectó que las víctimas de violencia de género de la provincia de La Vega en un
19.61% (n=10; N=51) presentaron una condición de vulnerabilidad mientras que en un
80.39% (n=41; N=51) no se especificó en los expedientes analizados.
Determinación del riesgo de la víctima
Tabla 12

Nivel de Riesgo Cantidad (n) Porcentaje (%)
Moderado 27 52.94
Grave 22 43.14
No Especificado 2 3.92
Total (N) 51 100.00
Del análisis se pudo verificar que un 52.94% (n=27; N=51) de las víctimas mostraron un
riesgo compatible con la violencia moderada, mientras que un 43.14% (n=22; N=51) padeció
violencia grave que conlleva un riesgo inminente o peligro de muerte. Un 3.92% (n=2; N=51)
no especificó el tipo de riesgo o violencia a nivel psicológico.
Determinación del riesgo de la víctima por edad
Tabla 13

Edad
Moderado Grave No Especificado Total
Cant. (n) Porc. (%) Cant. (n) Porc. (%) Cant. (n) Porc. (%) Cant. (N) Porc. (%)
-18 2 50.00 0 0.00 2 50.00 4 7.84
19 – 25 4 36.36 7 63.64 0 0.00 11 21.57
26 – 30 8 50.00 8 50.00 0 0.00 16 31.37
31 – 35 5 55.56 4 44.44 0 0.00 9 17.65
36 + 8 72.73 3 27.27 0 0.00 11 21.57
Total (N) 27 52.94 22 43.14 2 3.92 51 100.00
De los grupos etarios definidos para su comparación en función de la magnitud de la
violencia y el riesgo determinado psicológicamente, se puede observar que en el
comprendido en los 18 años o menos, solo el 50% (n=2; N=4) de la muestra mostró un riesgo
moderado, mientras que el 50% (n=2; N=4) no aporta información sustancial debido a que
no se especificó el tipo de riesgo.
En el rango que incluye las edades entre 19-25 años, se puede observar que el 36.36%
(n=4; N=11) recibió violencia y riesgo moderado frente a un 63.64% (n=7; N=11) que mostró
violencia y riesgo grave. En tanto que en el grupo de 26-30 años, la relación entre la violencia
moderada y la grave y su respectivo riesgo está dividida al 50% (n=8; N=16). Por otro lado,
en el grupo de 31-35 años la violencia moderada aumenta a un 55.56% (n=5; N=9) y la grave
se reduce a un 44.44% (n=4; N=9), siguiendo la misma tendencia para el rango etario de 36
años en adelante, en el que la violencia moderada y su respectivo riesgo aumenta al 72.73%
(n=8; N=11) y la violencia grave se reduce a un 27.77% (n=3; N=11).
Tipo de relación de la víctima con el agresor
Tabla 14

Vínculo Cantidad (n) Porcentaje (%)
Pareja 27 52.94
Ex-Pareja 24 47.06
Total (N) 51 100.00
Se pudo identificar que el 52.94% (n=27; N=51) de las víctimas agredidas aún mantenían
una relación con su agresor, mientras que el 47.06% (n=24; N=51) ya habían concluido la
relación.
Municipio origen de las víctimas que denuncian
Tabla 15

Municipio Cantidad (n) Porcentaje (%)
La Vega 38 74.51
Jarabacoa 10 19.61
Jima Abajo 2 3.92
Jima Arriba 1 1.96
Total (N) 51 100.00
Del análisis realizado se puede determinar que las mujeres que han sido víctimas de este
tipo de violencia, en una proporción del 74.51% (n=38; N=51) son del municipio de La Vega,
mientras que los demás municipios tienen una proporción considerablemente menor, a saber:
Jarabacoa 19.61% (n=10; N=51), Jima Abajo 3.92% (n=2; N=51) y Jima Arriba 1.96% (n=1;
N=51).
Entorno y/o lugar de ocurrencia de la agresión a la víctima
Tabla 16

Lugar Cantidad (n) Porcentaje (%)
Residencia de la Víctima 36 70.59
Residencia de Terceros 3 5.88
Residencia del Agresor 1 1.96
Lugar de Trabajo de la Víctima 1 1.96
Lugares Públicos 9 17.65
Iglesia 1 1.96
Total (N) 51 100.00
Del estudio realizado, se detectó que el lugar donde mayormente se originan los episodios
de violencias contra la víctima es en su residencia, así lo arrojó el 70.59% (n=36; N=51) de
las muestras examinadas, mientras que el 5.88% (n=3; N=51) de las agresiones ocurrió en
residencias de terceros, en 1.96% (n=1; N=51) en las residencias de los agresores, un 1.96%
(n=1; N=51) en lugar de trabajo de las víctimas, el 17.65% (n=9; N=51) en lugares públicos
y en un 1.96% (n=1; N=51) ocurrió iglesias.
Parte del cuerpo de la víctima que ha sido agredida
Tabla 17

Parte Cantidad (n) Porcentaje (%)
Cabeza 24 47.06
Torso 11 21.57
Extremidades Superiores 13 25.49
Extremidades Inferiores 3 5.88
Total (N) 51 100.00
Al analizar la parte del cuerpo de la víctima que ha sido agredida, se puede apreciar que
un 47.06% (n=24; N=51) recibió agresiones en su cabeza, mientras que el 25.49% (n=13;
N=51) de las víctimas recibieron lesiones en las extremidades superiores, un 21.57% (n=11;
N=51) de las víctimas fueron agredidas en el torso y un 5.88% (n=3; N=51) en las
extremidades inferiores.
Reacción de la víctima al episodio de violencia
Tabla 18

Reacción Cantidad (n) Porcentaje (%)
Huir buscando protección 12 23.53
Llamar a la Policía 6 11.76
Pedir Auxilio 4 7.84
Salir a Denunciar 11 21.57
Separarse de la Relación 3 5.88
Sumisión 1 1.96
Violencia cruzada 4 7.84
No especificada 10 19.61
Total (N) 51 100.00
En lo concerniente a la reacción de la víctima respecto al episodio de violencia, los
resultados fueron muy diversos entre lo que podemos establecer que el 23.53% (n=12; N=51)
las víctimas huyeron buscando protección, seguida del 21.57% (n=11; N=51) que salió a
denunciar al agresor, mientras que el 11.76% (n=6; N=51) procedió a llamar a la policía,
seguida del 7.84% (n=4; N=51) que reacción devolviendo la agresión al victimario,
comúnmente llamada violencia cruzada, el 5.88% (n=3; N=51) reaccionó separándose de la
relación, 1.96% (n=1; N=51) reaccionó con sumisión al agresor, y el 19.61% (n=10; N=51)
de las muestras analizadas no especifica la reacción de la víctima.
Duración de incapacidad médica de la víctima agredida
Tabla 19

Duración Cantidad (n) Porcentaje (%)
0 días 5 9.80
1 – 10 días 37 72.55
10 – 21 días 9 17.65
Total (N) 51 100.00
Se determinó que la duración de la incapacidad médica de las víctimas es en el 72.55%
(n=37; N=51) es de 1 a 10 días, un 17.65% (n=9; N=51) resultó con una incapacidad médico
legal de 10 a 21 días, y sólo el 9.80% (n=5; N=51) resultó con una incapacidad de cero días.
Existencia de amenazas previas a la agresión
Tabla 20

Amenaza Cantidad (n) Porcentaje (%)
Sí 30 58.82
No 19 37.25
No Especificado 2 3.92
Total (N) 51 100.00
El 58.82%, n=30; N=51 recibió amenazas previas a la agresión, el 37.25% (n=19; N=51)
no recibió amenazas previas, y un 3.92% (n=2; N=51) no se especificó si recibió o no
amenaza.

Existencia de amenazas durante la agresión
Tabla 21

Amenaza Cantidad (n) Porcentaje (%)
Sí 31 60.78
No 18 35.29
No Especificado 2 3.92
Total (N) 51 100.00
Otro de los aspectos tomado en cuenta en la investigación, está relacionado a las amenazas
recibidas por la víctima durante la agresión, arrojando los siguientes resultados: el 60.78%
(n=31; N=51) de las víctimas recibió amenazas de muerte durante la agresión, 35.29% (n=18;
N=51) no recibió amenaza de muerte y el 3.92% (n=2; N=51) no fue especificado en las
muestras analizadas.
Hora de la ocurrencia de las agresiones a las víctimas
Tabla 22

Hora Cantidad (n) Porcentaje (%)
12:00 a.m. 0 0.00
01:00 a.m. 2 3.92
02:00 a.m. 0 0.00
03:00 a.m. 0 0.00
04:00 a.m. 0 0.00
05:00 a.m. 0 0.00
06:00 a.m. 2 3.92
07:00 a.m. 1 1.96
08:00 a.m. 3 5.88
09:00 a.m. 0 0.00
10:00 a.m. 9 17.65
11:00 a.m. 0 0.00
12:00 p.m. 1 1.96
01:00 p.m. 0 0.00
02:00 p.m. 1 1.96
03:00 p.m. 4 7.84
04:00 p.m. 1 1.96
05:00 p.m. 5 9.80
06:00 p.m. 3 5.88
07:00 p.m. 4 7.84
08:00 p.m. 6 11.76
09:00 p.m. 3 5.88
10:00 p.m. 3 5.88
11:00 p.m. 3 5.88
Total (N) 51 100.00
En las horas correspondientes a las 12:00 a.m., 2:00 a.m., 3:00 a.m., 4:00 a.m., 5:00 a.m.,
9:00 a.m., 11:00 a.m. y 1:00 p.m., no se encontraron agresiones, conceptualizando cada una
de ellas un 0% (n=0; N=51). En las horas correspondientes a las 7:00 a.m., 12:00 p.m., 2:00
p.m. y 4:00 p.m. se materializó una agresión a cada una de esas horas, correspondiente a un
1.96% (n=1; N=51) en cada hora. En las horas correspondientes a las 1:00 a.m. y 6:00 a.m.,
se produjo un 3.92% (n=2; N=51) en cada hora. En las horas correspondientes a las 8:00 a.m.,
6:00 p.m., 9:00 p.m., 10:00 p.m. y 11:00 p.m. se produjeron en cada hora 5.88% (n=3; N=51).
A las 3:00 p.m. y a las 7:00 p.m. se produjeron 7.84% (n=4; N=51) en cada hora. A las 5:00
p.m. se produjeron el 9.80% (n=5, N=51) de las agresiones. A las 8:00 p.m. se produjeron un
11.76% (n=6; N=51) de las agresiones. A las 10:00 a.m. se produjeron el 17.65% (n=9;
N=51) de las agresiones.

Discusión


Tal y como se ha comentado con anterioridad, la violencia de género constituye un
fenómeno delictivo arraigado casi en todas las sociedades del mundo (Lila, 2010), sin que la
provincia de La Vega sea la excepción, al analizar los datos extraídos de las muestras
incluidas en este estudio se encontró una alta incidencia de mujeres víctimas de violencia en
virtud de su género. Lo que reafirma que la mujer sigue siendo objeto de maltrato físico y de
otras índoles, lo que contrasta con otros estudios relativos al tema (Chávez, Juarez, 2016).
En el presente estudio se hallaron características y/o factores comunes en las víctimas de
violencia de género, entre la que se puede señalar que una alta proporción de mujeres
maltratadas son de nacionalidad dominicana, frente a una minoría de las víctimas extranjeras,
cuya nacionalidad resultó ser de origen haitianas. Esas extranjeras además de sufrir violencia
de género en un país distinto al suyo, poseen un estatus migratorio irregular o
indocumentadas. Situación que las ubica en la categoría de víctimas en vulnerable.
En cuanto a la edad de las víctimas se encontró que en su mayoría son mujeres jóvenes,
encontrándose enmarcadas en el rango etario entre los 19 a 35 años, frente a una menor
proporción de adolescentes y mujeres mayores de los 36 años. Siendo la edad más crítica
entre los 26 a 30 años de edad.
El estado civil de las mujeres víctimas pareciera tener importancia en el aspecto
victimológico del fenómeno objeto de estudio, pues la mayoría de las mujeres que conviven
en una relación de pareja de unión libre, recibieron más agresiones como víctimas de
violencia de género, con relación a las mujeres casadas, las cuales resultaron ser menos.
La mayoría de las víctimas sólo habían alcanzado niveles educativos secundarios y
primarios, de lo que se puede inferir que este factor reviste importancia, toda vez que las
mujeres víctimas que presentaban un nivel universitario eran menos agredidas.
Esto va estrechamente relacionado con otro factor de especial relevancia en este estudio, y
es que las mujeres víctimas, en su gran mayoría no ejercen ninguna actividad laboral.
Mientras que las víctimas que ejercen alguna actividad laboral resultaron ser menos
agredidas. De igual modo, en su gran mayoría las mujeres víctimas cuenta con una red apoyo
familiar, situación ausente en las víctimas extranjeras.
Otro dato importante para el establecimiento de perfil de las víctimas de violencia de
género y que salió a relucir en este estudio es que una alta proporción de las mujeres víctimas
de violencia de género son madres de niños menores de edad. Esto es importante en tanto
que se considera que los hijos heredan situaciones relacionadas a la condición de víctimas de
sus madres, pues ese entorno violento afecta su desarrollo integral, y esto a su vez, lo hace
susceptible de repetir el patrón violento y convertirse en víctimas o en potenciales agresores
(Miranda et al., 2021).
Por otro lado, de las muestras analizadas se determinó que muy pocas víctimas se
encontraba en una situación de vulnerabilidad, sin embargo, entre los factores identificados
están la minoría de edad, la situación migratoria irregular y condiciones relativas al embarazo
y la lactancia.
La mayoría las víctimas de violencia de género fueron agredidas por sus parejas actuales,
siendo en menor proporción las que fueron agredidas por sus ex parejas.
Se puede observar de estos datos, una tendencia creciente muy marcada en la cantidad de
mujeres víctimas de violencia que no realizan actividad laboral entre los 19-35 años de edad.
Es decir, que, en la relación de los 3 rangos etarios comprendidos entre esas edades, hay un
aumento considerable en la proporción del desempleo en relación a las que sí trabajan.
Continuando el análisis y extracción de las características de las víctimas de género se
determinó, una ligera mayoría de las víctimas padecieron riesgo de violencia compatible con
violencia moderada y poco menos de la mitad padeció violencia grave con un riesgo
inminente peligro de muerte, siendo esta información correspondiente y proporcional a las
estadísticas registradas en el país sobre los feminicidios (ONE, 2021).
Al comparar el riesgo conforme a los rangos etarios, se puede observar la relación
inversamente proporcional que existe entre la edad y la magnitud moderada o gravedad de la
violencia, mostrando que a medida que aumenta el rango etario se reduce la violencia grave,
y se aumenta la violencia moderada.
También se hace la observación, de que el mayor punto de susceptibilidad a la violencia
se encuentra en los rangos etarios de 26-30 años y de 31-35 años. Idea que adquiere mayor
solidez al resaltar que son los rangos que engloban los periodos más cortos, ya que los demás
rangos incluyen mayor diversidad etaria. Y a pesar de esto, la cantidad de agresiones graves
sigue siendo más notoria en esos rangos. Esto contrasta con el estudio sobre las víctimas de
violencia de género realizado en España al determinar que la edad entre 18-30 y 31-40 son
las que presentan mayor tendencia o propensión a ser víctimas (López, J. et al., 2021).
Un dato visible arrojado en la investigación es que el lugar de origen de las mujeres
víctimas de violencia de género son en una gran mayoría del municipio de La Vega, en
relación a los dos municipios restantes, Jima y Jarabacoa, donde se presentó una menor
incidencia de casos. Sin embargo, es necesario destacar que la Unidad de Atención a
Víctimas de Violencia de Género de la Fiscalía de La Vega, se encuentra en el mismo
municipio que tiene la mayor proporción de víctimas registradas. Mientras que los demás
municipios no cuentan con un centro de atenciones para este tipo de denuncias, además de
estar ubicados a una distancia considerable y por ende se entiende una dificultad para el
acceso al sistema de justicia.
Un dato revelador sobre el tema es que el lugar de mayor ocurrencia de agresión a la
víctima es su propia residencia, lo que nos lleva a inferir que la violencia doméstica y de
género están íntimamente relacionadas, al punto en que en casos como este pueden ser
consideradas dos perspectivas de un mismo fenómeno.
Un aspecto a resaltar, y que salió a la luz en esta investigación es la variable relacionada
a la reacción de la víctima durante el episodio de violencia, donde se observa que la víctima
no es indiferente a la agresión en razón de que una proporción salió a denunciar ante las
autoridades, otras huyeron del agresor buscando protección, otras llamaron a la policía, en
una menor proporción de las víctimas reaccionaron también ejerciendo violencia, en otros
casos decidieron separarse del agresor.
Se pudo observar, que la violencia física regularmente deja secuelas que incluye
incapacidad médica, misma que inhabilita a la víctima para realizar otras actividades en el
ámbito social provocando con ello ausentismo laboral, disminución en la productividad de la
víctima, baja autoestima, incapacidad para atender a sus hijos, realizar actividades
domésticas, así como también secuelas tanto en el aspecto físico como psicológico, que
pudieran perdurar por siempre, es importante resaltar que durante el episodio de violencia la
víctima recibió amenazas de muerte por parte de su agresor, así como también se pudo
detectar que una alta proporción de víctimas agredidas habían recibido amenazas previas por
parte de su agresor, de lo que se colige que ciertamente la violencia doméstica es un patrón
de conducta repetitivo y que regularmente aumenta en cada episodio de violencia.



Perfil victimológico de la víctima de violencia de género en la provincia de La
Vega


Las víctimas de violencia de género en la provincia de La Vega, generalmente suelen ser
una mujer de nacionalidad dominicana, entre las edades de 26 a 30 años. Mantienen una
relación de unión libre. Su nivel académico alcanzó solo estudios secundarios. No realizan
actividad laboral remunerada. Al momento de ser agredidas cuentan con apoyo familiar. En
su mayoría tienen hijos menores de edad. No poseen condiciones especiales de
vulnerabilidad. Son agredidas por su pareja. Psicológicamente se determinó que presentan
un riesgo moderado de ser agredidas. Su lugar de origen se corresponde al municipio de La
Vega. Fueron agredidas en su residencia. Recibieron golpes en la cabeza, con incapacidad
promedio de 1 a 10 días. Reaccionan a la agresión buscando protección. Reciben amenazas
previas. Y reciben amenazas de muerte durante los hechos.


Limitaciones del estudio


Los instrumentos fuentes de datos, presentaban problemas de captación de información
para determinar muchas situaciones relevantes como: la situación socio económica, si
poseían algún tipo de adicción a sustancias o medicamentos. Del mismo modo los casos
analizados generalmente no tenían certificados médicos definitivos que permitieran evaluar
el periodo de curación de los golpes y heridas para determinar la gravedad de los mismos.
En cuanto a la evaluación psicológica, no existía una estandarización en los resultados de
la evaluación de riesgo que presentaba la víctima al momento de su evaluación y tampoco se
evaluó la credibilidad de su declaración. No se encontraron descripciones físicas de las
víctimas. Las víctimas que realizaban actividad laboral, no se especificaba que tipo de
actividad laboral realizaban limitándose a decir que es “empleada privada”.


Conclusiones


Los resultados de este estudio permiten visualizar las diferentes características de las
víctimas de violencia de género, extraídas a partir de sus propias interacciones en su entorno
social, a través de sus declaraciones testificales sobre experiencias violentas de las cuales han
sido objeto, además de otros datos inherentes a ellas, tales como nacionalidad, situación de
vulnerabilidad, edad, nivel académico, entre otras características que han permitido
establecer el perfil victimológico de la violencia de género, y con ello la predicción de
potenciales víctimas.
En ese sentido, las víctimas de violencia de género en la provincia de La Vega,
generalmente suelen ser mujeres muy jóvenes, lo que genera la necesidad de analizar que
ocurre en ese rango de edad que es tan crítico para las mujeres. Y al mismo tiempo crear
políticas de concientización para ese rango etario sobre la propensión ser víctimas de
violencia que otras mujeres correspondientes al mismo rango han presentado.
De igual manera, un hallazgo importante es que la víctima promedio mantienen una
relación de unión libre. Esto en contraposición a las relaciones matrimoniales que son una
minoría. Si se asociase estos dos elementos, se puede asumir que las diferencias en el tipo de
relación podrían influir en el fenómeno de la violencia, como también perfectamente podría
ser que las casadas invisibilizan más el problema al no denunciar. En cualquier de los dos
casos se requiere un estudio más profundo.
En el nivel académico y no realizan actividad laboral remunerada parece haber incidido
en la victimización de la violencia de género, pues son factores de vital importancia que
inevitablemente conducen a la dependencia económica de sus respectivas parejas, en tanto
que se limitan las oportunidades laborales individuales.
También es importante destacar que al momento de ser agredidas cuentan con apoyo
familiar, en su mayoría tienen hijos menores de edad, no poseen condiciones especiales de
vulnerabilidad, y son agredidas por su pareja, psicológicamente se determinó que presentan
un riesgo moderado de ser agredidas, su lugar de origen se corresponde al municipio de La
Vega, fueron agredidas en su residencia, recibieron golpes en la cabeza, con incapacidad
promedio de 1 – 10 días, y su reacción inmediata a la agresión fue buscar protección. Habían
recibido amenazas previas al suceso de violencia, que continuaron durante los hechos.


En consecuencia, estos hallazgos son vitales para afrontar de manera eficaz las medidas preventivas
multidisciplinarias provenientes del tanto del ámbito de la familia y sociedad, como del
Estados con la implementación de políticas públicas enérgicas, que sean capaz de proteger
integridad física de las mujeres y con ello el bien jurídico más sagrado del ser humano, la
vida.

Un perfil victimológico construido sobre la base de elementos comunes identificados en
víctimas reales de violencia de género, permite reenfocar las políticas públicas tanto del
ámbito político como jurídico, y medir bajo esta nueva óptica su necesariedad, eficacia, e
incluso sus deficiencias. Es decir, adecuar las medidas tomadas por el Estado y los distintos
organismos que luchan para erradicar la violencia de género a los estándares determinados a
raíz de este perfil. Y con ello acercar una solución acorde a una descripción más autentica de
las víctimas que padecen este flagelo.


Recomendaciones


Según el perfil aportado por la presente investigación, recomienda de cara a futuro
implementar medidas tendentes a fortalecer o disminuir, según corresponda, los factores que
inciden en la formación del perfil de la violencia de género, previniendo cualquier situación
que implique violencia en contra de mujeres que aun sin ser víctimas encajen en este perfil.
Tales como: Creación de unidades o sedes de atención primaria e integral a la violencia de
género en los municipios de Jima y Jarabacoa; Incluir en los planes sociales del gobierno las
mujeres con hijos menores de edad, que se encuentran en el rango etario más afectado de 26
a 30 años, siempre que no estén desempeñando una labor remunerada; Elaboración y
divulgación a los operadores del sistema penal y sociedad, de un informe anual sobre la
violencia de género en República Dominicana, en el que se ponga en relieve las
características y factores relacionados con víctimas y agresores, lugares de mayor incidencia,
las estadísticas, y demás datos recopilados sobre el tema, donde se pueda visualizar el
problema que evitan su erradicación; Establecer campañas de difusión tanto a las mujeres
que reúnan las características del perfil descrito concientizándola de su riesgo de convertirse
en víctima y refortalecer la red de apoyo familiar.



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