Microtráfico: El Enemigo Interno
Microtráfico: El Enemigo Interno. Durante la década de los años 80, República Dominicana se convirtió en una ruta importante para el tráfico de drogas desde Suramérica y Centroamérica hacia Estados Unidos y Europa. Este negativo episodio en la historia de nuestro país marcó el inicio del microtráfico, una de las peores maldiciones que ha afectado a la nación. A medida que los carteles de la droga buscaban expandir su influencia en la República Dominicana, comenzaron a pagar a los operadores locales con drogas, lo que dio origen al microtráfico y desató una cadena de consecuencias nefastas.
El Surgimiento del Microtráfico, El Enemigo Interno
El microtráfico se originó debido a la necesidad de los carteles de establecer una presencia en la República Dominicana para facilitar el transporte de narcóticos hacia Estados Unidos y Europa. Para lograrlo, comenzaron a reclutar a personas locales dispuestas a arriesgar sus vidas y libertad en el negocio del tráfico de drogas. Estos operadores locales, conocidos como “microtraficantes”, aceptaban drogas como forma de pago por sus servicios, las cuales debían convertir en dinero, lo que provocó la propagación de sustancias ilícitas en todo el país.
Los Piperos: Víctimas del Microtráfico y la Adicción
Este negocio de venta de drogas se ha expandido por todo el país, generando no solo violencia y crimen, sino también una ola de adicción que ha afectado a un gran número de personas. Muchos consumidores, atrapados en el círculo vicioso de las drogas, se han convertido en ladrones y atracadores desesperados por conseguir dinero para alimentar sus adicciones. Algunos, en particular, han caído presos del devastador poder del crack, lo que los ha llevado a una vida de miseria y marginación. Estos individuos, conocidos como “Piperos,” terminaron siendo vagabundos y pequeños delincuentes, atrapados en una espiral descendente de autodestrucción que refleja la profundidad de los estragos causados por el microtráfico en la República Dominicana.
La Expansión del Sicariato
Con el florecimiento del microtráfico surgió otro fenómeno oscuro: el sicariato. Los enfrentamientos entre microtraficantes, la lucha por el control de territorios y la necesidad de proteger las operaciones de tráfico de drogas dieron lugar a una ola de violencia que se extendió por la República Dominicana. Los sicarios, asesinos a sueldo, se convirtieron en actores clave en este sombrío escenario, llevando a cabo asesinatos por encargo que a menudo estaban relacionados con el mundo del microtráfico.
Ejemplos de Sicariato: El Rastro de Violencia en República Dominicana a partir de la expansión del microtráfico.
El sicariato es un fenómeno aterrador y letal que ha dejado una huella siniestra en República Dominicana en los últimos años. En 2011, un grupo organizado para cometer delitos perpetró un atroz acto en la ciudad de Santiago, acabando con la vida de seis personas en el sector Cerros de Gurabo. Este trágico evento arrojó luz sobre la brutalidad del sicariato en el país. Recientemente, en la provincia San José Ocoa, cuatro personas perdieron la vida en circunstancias similares, y las autoridades han identificado estos asesinatos como parte de una sangrienta lucha por el control de territorios y el narcotráfico. Estos casos desgarradores ilustran la peligrosa realidad que enfrenta República Dominicana, donde la violencia, el crimen y el tráfico de drogas están intrincadamente entrelazados.
El impacto pernicioso de los microtraficantes en la percepción del éxito entre los jóvenes
La proliferación de microtraficantes que han logrado acumular dinero mediante actividades ilícitas y posteriormente lo han introducido en la economía formal, plantea un grave problema. Esta situación impacta de manera negativa en los jóvenes que, desafortunadamente, encuentran modelos a seguir en individuos cuyas fuentes de ingresos proviene de las drogas. Estos jóvenes pueden desarrollar una perspectiva distorsionada acerca de cómo se obtiene el éxito y el dinero, creyendo erróneamente que no es necesario un esfuerzo honesto para prosperar. Además, al observar a estas personas relacionadas con el tráfico de drogas como modelos a seguir, se perpetúa un ciclo pernicioso que socava los valores y oportunidades de una sociedad sana.
Consecuencias Sociales y Criminales del microtráfico
El microtráfico, junto con el sicariato, ha dejado un rastro de destrucción en la sociedad dominicana. Las consecuencias son evidentes en diversos aspectos:
Violencia Social: La presencia del microtráfico ha tenido un impacto significativo en el aumento de la violencia en la sociedad dominicana, generando temor y desconfianza en las comunidades. La rivalidad entre los microtraficantes y su lucha por el control de territorios ha llevado a un incremento en los homicidios y a un aumento generalizado de la criminalidad en el país.
Violencia de Género e Intrafamiliar: El consumo de drogas y la participación en actividades relacionadas con el microtráfico están frecuentemente relacionados con situaciones de violencia intrafamiliar y de género. Además, los consumidores de drogas a menudo recurren al robo y la delincuencia para mantener sus vicios. Esta situación empeora aún más los problemas de seguridad pública.
Guerra por el Control de Territorios: La lucha por el control de áreas estratégicas entre bandas de microtraficantes ha llevado a enfrentamientos violentos, afectando las comunidades y la sociedad.
Conclusión. Microtráfico: El Enemigo Interno
El microtráfico ha sido una actividad presente en los carteles de drogas desde los años 80, lo que ha contribuido significativamente a la crisis de criminalidad y violencia que afecta a la República Dominicana. Esta problemática persiste en la actualidad y tiene un impacto devastador en la sociedad, la economía y la seguridad pública. Para abordar esta situación se requiere una solución integral que considere tanto el tráfico de drogas como sus raíces socioeconómicas, brindando una esperanza de recuperación para el país.
Un comentario
Gladys Ortiz
Buenas tardes prof. Aura Luz
Que desgracia social esa que usted describe en su articulo, en ocasiones entendemos que pareciera no hay nada que hacer, entiendo es un campo peligroso, pues caminan a nuestro lado sin pedir permiso, es triste esta situacion, pero creo algo se puede hacer, los humanos y mas los dominicanos debemos luchar contra este flagelo, que tantas situaciones nos han creado, a todos los niveles.
Buen articulo
Felicidades por su valentia.
Un abrazo.